PRENSA
Sobreviviente del terremoto de 1960 debuta como actor
(Daniel Navarrete Alvear)
Un anciano y un niño se quedan sin agua para beber. Están atrapados por la misma naturaleza con la que conviven a diario y tendrán que hacer todo lo posible para sobrevivir. Esta es la premisa de “Agua Bendita” un cortometraje financiado por los Fondos Conarte, que marca el debut como actor de Dennis García, uno de los emblemáticos sobrevivientes del terremoto y maremoto que afectó a Corral en mayo de 1960.
La obra audiovisual es dirigida por Margarita Poseck, quien se vuelve a encontrar con García tras el montaje teatral “Quitaluto: alegoría de una catástrofe» (2008) de la Compañía de Teatro UACH, que se basa en las memorias del sobreviviente, interpretado en las tablas por Andres Waas.
Esta vez, García de 80 años, no repasa su historia personal, pero vuelve a ponerse en la piel de un sobreviviente. “El rostro, la mirada, la edad, todo calzaba justo con las necesidades del personaje para este cortometraje. Además, es fundamental que no sea actor. Lo esencial de nuestra propuesta es que sea algo bastante orgánico, que no se vea forzada su actuación. Se crearán situaciones a las cuales él deba reaccionar y eso le da más naturalidad a la interpretación”, explica Margarita Poseck.
Dennis García reconoce que aceptó el desafío de actuar, motivado por la amistad que mantienen con el equipo responsable del cortometraje. «Ellos son muy profesionales. Con Quitaluto, hicieron un tremendo homenaje a nuestra comunidad, a quienes ya no están entre nosotros. Pienso que tengo muchas cosas mías por contar y que puedo seguir aportando a la cultura de esta región, incluso actuando. Ya estoy acostumbrado a las cámaras de televisión y esto me lo tomo como un capítulo más en mi vida”, dice.
El actor autodidacta también ha sido homenajeado en otros formatos. El 2008 un grupo de periodistas valdivianos publicó el libro de perfiles, “Gente de Los Ríos” y su historia destaca entre las más emblemáticas de la región.
El guion de “Agua Bendita” fue escrito por Francisco Ríos y las hermanas Margarita y Eugenia Poseck. Es un drama con tintes futuristas, que explora la relación del hombre con la naturaleza. Guairao y Poseck Producciones, también responsables del documental “Tres Mujeres Lindas (2011), asumen la producción del cortometraje cuyo rodaje partió el miércoles y se extenderá hasta mañana en la localidad de Chapuco en la Región de Los Lagos.
La principal locación es el río Coihueco, donde Dennis García comparte escena, con su coprotagonista un niño de 8 años de edad habitante del sector. En la ficción ambos son sometidos a una situación límite, cuando se ven obligados a robar agua de efluentes que están privatizados por grandes transnacionales. El cortometraje no tiene diálogos y el arco dramático está en el enfrentamiento del hombre con la naturaleza. “Todo ocurre en un paisaje idílico, pero que está intervenido y se transforma en algo mundano. En ese contexto, el personaje de Dennis se vuelve un ser marginal atrapado por la propia geografía que lo acoge”, explica Margarita Poseck. El equipo realizador lo completan, Francisco Ríos (cámara, dirección de fotografía y sonido), José Vidal, (asistente), Coke Vío, (postproducción) y José María Izquierdo (música original).
“Agua Bendita” tiene fecha de estreno para marzo y la premiere será en la localidad de Chapuco. Los planes de Poseck y su equipo es sumar el cortometraje como segunda parte de una trilogía iniciada con “Mareas” (2007) donde el agua también es el eje central del relato.
NUEVOS PLANES
El cortometraje de Guairao y Poseck Producciones también está pensado como un ejercicio donde se pondrá a prueba la capacidad de trabajo de un equipo reducido de personas, con miras a un largometraje que los valdivianos esperan rodar a fines del 2013.
Se trata de “En Tierra de Aguas”, donde una vez más se pondrá el foco en el recurso natural. “El proyecto tiene que ver con nuestra geografía y nuestros ríos como contenedores de historias ocultas. Nosotras apostamos por un cine independiente, relacionado con la naturaleza y con los espacios abiertos, esta conectado con el paisaje y la geografía, jamás podríamos hacer una historia que transcurra dentro de un departamento”, aclara Margarita Poseck.
Dennis García, salvado por las aguas
Daniel Navarrete Alvear
La premisa es simple. Un anciano y un niño son abandonados a su suerte. Viven a los pies de la cordillera y el agua recibida para el sustento diario se está acabando. Es el relato de dos sobrevivientes atrapados por la naturaleza y la desesperación plasmado en el cortometraje “Agua Bendita”.
La obra valdiviana dirigida por las directoras Margarita y Eugenia Poseck se estrenó en la competencia Araucanía – Los Ríos. Y es el debut como actor de Dennis García, sobreviviente del terremoto y maremoto de mayo de 1960. Hace 53 años Dennis fue arrastrado mar adentro en Corral. Se salvó aferrado a los escombros y se convirtió en el guardián de una historia en la que comparte protagonismo con el agua. “En los años después de la tragedia, el agua se convirtió en un enemigo. Mi familia y las personas de Corral odiaban el agua, ya que lo habíamos perdido todo (…) ha pasado mucho tiempo desde aquello y creo que ya estamos reconciliados. Todo pasa, todo cambia y a veces es complicado cerrar algunos ciclos”, dice.
El rodaje de “Agua Bendita” se realizó en febrero en la localidad de Chapuco (Región de Los Lagos). La casi media hora de grabación se redujo a 8 minutos, en los que se ve interactuar a Dennis y Tomas Morales, un niño de la zona. Los diálogos son mínimos y la acción se concentra en los gestos y la travesía de ambos por la naturaleza retratada en blanco y negro.
“Es una obra perfecta, hecha por un equipo profesional, en la que no me costó mucho participar. Todos somos amigos y es un orgullo que me llamaran para ser parte de todo esto”, aclara García, y añade: “Acá hay un mensaje para las nuevas generaciones sobre el respeto a los recursos naturales y sobre la forma que hay que comportarse frente a lo que es esencial y de acceso para todos. Como el agua”.
Los vínculos del equipo establecidos primero en el montaje teatral, sirvieron después para facilitar la interacción con el actor autodidacta. Hubo reuniones de planificación y conversaciones sobre los planos y el estilo que tendría “Agua Bendita”. La idea no era incomodar a García en su nuevo empeño, pero sí, aprovechar todo su potencial como figura casi mítica de la sociedad local. Se logró entonces la mezcla perfecta entre improvisación y espontaneidad, cuyo único límite fue, en algunos pasajes del rodaje, la condición física del actor. “Lo que se ve en pantalla es él, más que un personaje. Es su forma de ser, su figura y su condición física la que caracteriza su presencia. Incluso sus limitaciones de movimiento sirvieron para construir lo que se ve en la obra”, dice Margarita Poseck. La cineasta reconoce que pese a la buena voluntad de García, hubo pequeños retrasos debido a la forma de trabajar en cine. Por ejemplo, la necesidad de repetir los planos fue algo difícil de entender para el actor debutante. “Quedaba todo bien, entonces para qué había que hacerlo de nuevo (…) lo que pasa es que la directora es muy perfeccionista, pero eso está bien”, explica García.
LA PRIMERA VEZ
La exhibición del cortometraje fue en el Aula Magna de la Universidad Austral de Chile, recinto al que ayer Dennis entró por primera vez y fue para verse en la pantalla grande junto con quienes lo inmortalizaron en “Agua Bendita”. El camarógrafo Francisco Ríos (responsable de las imágenes del cortometraje) registró cada movimiento. Desde hace casi cuatro años, los audiovisualistas locales están grabando al sobreviviente con miras a la edición de un documental para retratar sus distintas facetas. “Las cámaras no me incomodan. Estoy acostumbrado a esto, además he salido en televisión muchas veces”, dice. De momento el documental solo es un proyecto en desarrollo, sin fecha de edición, ni término a las grabaciones de la vida cotidiana de Dennis García. Mientras tanto, y tras “Agua Bendita”, que fue realizado con recursos del fondo Conarte, comenzará la planificación de sus secuelas: “Presagio” y “Redención”. Serán obras breves, que rescatan conceptos bíblicos y en los que el sobreviviente del maremoto volverá a relacionarse con el agua.