La variedad de temas y el éxito popular del cine de Patrice Leconte, lo sitúa dentro de una imposible categorización de sus trabajos, que van desde la comedia burlesca o costumbrista, hasta el drama de época o al sencillo cine de acción.

El caso de Monsieur Hire resulta muy interesante ya que se trata de un remake de una película de Julien Duvivier, Panique (1947), que a su vez es una adaptación de una novela de George Simenon, Les Fiancailles de Monsieur Hire. El espectador reconoce fácilmente el género a través de la trama: ha habido un asesinato y un inspector de policía busca al asesino. Pero esta trama, aparentemente tan manida, da paso a lo que verdaderamente cuenta la película: una historia de amor. Un amor que se transforma en obsesión. Una película absolutamente sensual, donde los sentidos: olfato, tacto, vista, (las miradas son las palabras) están constantemente presentes, al igual que la sexualidad, la carnalidad, en unas imágenes que no enseñan nunca una escena de sexo. Toda esta perturbación que desprenden sus imágenes, Leconte las filma con una asombrosa sencillez. Un cine despojado de lo superfluo. Fascinante.